REFLEXIONES Y OPINIONES
Por Ariel Rincon Machado

Llegaron las festividades sampedrinas y con ellas, el jolgorio, la alegría y las buenas energías. Sin embargo, se presentó un impasse que llevó a la Cámara de Comercio de Neiva a sentar una posición firme en defensa de los comerciantes y toda la comunidad neivana. La historia comenzó la semana anterior cuando se ubicaron graderías metálicas sobre toda la carrera quinta bloqueando una vía que es eje principal del tráfico vehicular del centro de la ciudad.

Recibí la visita de algunos comerciantes que pedían el respaldo de nuestra Institución para que las graderías fueran reubicadas en lugares adecuados donde no perjudicaran a nadie; en ese sentido nos reunimos junto con cinco comerciantes y el Secretario de Gobierno del municipio, Luis Miguel Losada quien afirmó que este proyecto era un programa de la Presidencia de la República, que buscaba ofrecer un servicio a la comunidad y que no se podían trasladar de ese sector porque estaba concertado, pero que se haría cumplir estrictamente con el espacio asignado para lograr la movilización vehicular. Los comerciantes explicaron las situaciones que se estaban presentando en el sector, en primer instancia las ventas bajaron en más de un 80%,  hubo dos accidentes de tránsito, se volvió una zona insegura para el peatón, el caos vehicular era inevitable, había temor a una emergencia y no tener una salida rápida, y existía el grave riesgo de atracos a los establecimientos porque la altura de las graderías permitían un fácil acceso al interior de los negocios. Consideramos que las graderías son extraordinarias, siempre y cuando estén ubicadas en los sitios correctos donde no afecten a nadie como sucedió el año anterior.  Pero también hay que hacer referencia a que estas graderías no son una beneficencia, sino que tienen fines comerciales, pues, se venden a patrocinadores y estos a su vez, obsequian boletas a sus clientes, es decir, que cualquier parroquiano que no tenga boleta no podrá sentarse en las graderías.

Creo que de este episodio, puede aprender mucho la Administración municipal en cabeza de la Secretaría de Gobierno, para que en el futuro dialogue, concerte y actúe con coherencia, planificación y responsabilidad, antes de tomar semejantes decisiones que son trascendentales para la ciudad. Mi reflexión no es nada personal en contra de la Administración, sino que las cosas deben hacerse bien, y la Secretaría de Gobierno debe reconocer que se equivocó y apenas lógico que en el futuro no se cometan los mismos errores para que quien gane sea la ciudad.