Cuando ocurren tragedias, el ser humano de por sí se pone triste y si hay un incendio no es la excepción; cuando observamos que el fuego consume las casas sin interesar el estrato, edificios y negocios de comerciantes que ven convertidos en cenizas los esfuerzos de toda una vida. También genera impotencia, rabia y desesperanza, de ver solo un puñado de hombres valientes, sin herramientas y dotación necesaria, tratando de mitigar la conflagración que en cuestión de minutos, va terminando con lo que se ha construido por años.-Cualquier parecido con la realidad de Neiva, es pura coincidencia-.
¿Por qué no aprendemos del pasado?, cuando el Taller de Carpintería Valderrama fue consumido completamente por las llamas, debido a que el carro de bomberos no pudo subir la Avenida Buganviles , peor aún, el voraz incendio del Centro Comercial los Comuneros, que necesitó el traslado de una máquina de Campo Dina de la empresa Ecopetrol para que después de cuatro horas apagara rápidamente el fuego. ¿No creen que si hubiéramos tenido las herramientas mínimas en nuestro Cuerpo Bomberil de Neiva, las consecuencias en lo económico y social habrían sido diferentes? ¿Será que tenemos que esperar que vuelva a suceder otra tragedia para darnos cuenta de la importancia de este grupo de socorro?...No me importa que me digan que esto es un disco rayado; después no salgan a decir, que no se había advertido y que todo está bien.
Desde la Cámara de Comercio de Neiva, se ha insistido a las últimas administraciones que priorice recursos y defina un esquema financiero para dotar a Neiva de una infraestructura mínima, y si para ello, es necesario una pequeña contribución por parte de los estratos altos y comerciantes; habrían sobradas y justificadas razones para hacerlo, y estamos dispuestos a acompañar el Gobierno local en este proceso de sensibilización.
También hemos hecho gestiones importantes con la Embajada y una empresa de Canadá, que ofreció recursos de crédito a 8 años a muy bajos intereses, que pudieran ser condonables para el municipio siempre y cuando sean bien utilizados, éstos se destinarán para dotar tres estaciones de bomberos en Neiva, solo falta gestión y decisión política de la Alcaldesa Cielo González Villa, quien ha mostrado especial interés en los últimos días.
Reflexión: ¿Nos hemos puesto en algún momento en los zapatos del dueño de la carpintería Valderrama o los comerciantes de Comuneros?. –Apoyar bomberos es obligación ciudadana-.
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